Todo el que ha seguido el desarrollo de la Revolución cubana, sabe que cuando Cuba asegura un hecho es porque le asiste la verdad. Siempre ha sido así.
Cuando el embajador norteamericano ante la ONU afirmaba que el bombardeo acontecido el 15 de abril de 1961 fue ejecutado por pilotos cubanos desertores de la fuerza aérea cubana, nuestro ministro de Relaciones Exteriores, conocido por el sobrenombre de “Canciller de la Dignidad”, Raúl Roa, lo emplazaba acusando al gobierno norteamericano de mentir y orquestar una nueva agresión al pueblo cubano. Fue exactamente así. Era el preludio de la invasión mercenaria el 17 de Abril del 61 por Bahía de Cochinos, organizada y financiada por la CIA y el gobierno norteamericano. Cuba no mintió ni miente. Sigue leyendo